Me enteré de que Mercedes Pinto había escrito otra novela, y la compré al momento.. y la empecé a leer en cuanto terminé la que tenía entre manos. Ya son varios los libros que he leído de esta autora, y con cada uno que empiezo a leer me hago la siguiente reflexión: Igual este es sólo un buen libro... Pero no, sigue siendo un libro magistral e inolvidable. Esta novela no ha sido menos, no.
Reconozco que al principio me parecía que había mucho dedicado a los pensamientos del protagonista, que era quizá demasiado discursiva, pero claro, es que es necesario. ¿Cómo no va a haber pensamientos dedicados a alguien... "superdotado" (como ella le llama), que puede sentir y leer los sentimientos y pensamientos de quienes están cerca de él?
Pues aquí otro inciso. Al ver en qué consistía la "superdotación" del protagonista, pensé: "malo, no me lo voy a creer". Porque no me gustan las novelas con argumentos poco creíbles, fantásticas, de ciencia ficción.... Lo que ocurre es que según se va leyendo, se ve (para mí claramente) que en realidad todo el mundo puede ser "superdotado" de ese modo. Eso sí, prestando muchas más atención a quienes nos rodean, y no tan evidentemente. Pero que lo que consigue Gonzalo, el protagonista, la gente lo puede conseguir también. ¿No decimos a veces que tenemos intuiciones? ¿No nos basta con ver a alguien para saber cómo está, si le conocemos bien? Vaya, que ni siquiera pensando que algo no me iba a gustar ha sido así. Ha captado toda mi atención, como siempre me pasa con esta autora...
Y vayamos al argumento, que ya he dado algunas pistas, a ver si os parece interesante... aunque desde ya os digo que no es lo único interesante. Gonzalo es fotógrafo; de paisajes, para más señas, y decide irse a vivir a un pequeño pueblo de Aquitania, en el sur de Francia, compartiendo vivienda con su amigo de la infancia Juanma. En un pueblo todo acaba por saberse, y se enteran de que ha desaparecido, junto con su hijo, la hija de los vecinos, que es sorda y ciega. Al parecer el casero de Juanma y Gonzalo era la antigua pareja de la chica.
Gonzalo lleva su "don" en secreto, y se ha convertido a causa de él en una persona solitaria que tiene asumido no poder tener una relación amorosa. Al final, gracias a un relato que le va contando a su amigo Juanma, le hace partícipe de esa faceta de su vida que Juanma desconocía. Y éste le anima a utilizar ese don para indagar en la desaparición de la hija de los vecinos.
O sea, un "don" que no dudo que a todos (o a casi todos al menos) nos gustaría tener, nada menos que poder leer el pensamiento de los que nos rodean, para Gonzalo es un lastre. Y vemos los porqués, a la vez que nos planteamos nuestras propias preguntas en la primera mitad, aproximadamente, de la novela. Gonzalo piensa y la autora nos lo hace ver. Y Gonzalo cuenta a Juanma su niñez, en modo de un relato, haciendo ver a su amigo (y al lector) las desventajas del "don". Por otro lado explica más en qué consiste... y es por lo que personalmente pienso que, aunque sólo sea parte del don, todo el mundo es capaz de tenerlo, pero pocos lo saben siquiera.
La comunicación es la base de la novela. La comunicación oral, sentimental... Otra demostración de esto que digo es la chica desaparecida, sorda y ciega, y cómo ha conseguido comunicarse con el mundo, por medio del lenguaje de signos apoyado. Ella y toda la gente con dichas minusvalías. Con lo que nos cuesta comunicarnos muchas veces con los demás, y en el fondo, lo fácil que lo tenemos los que vemos, oímos y tocamos...
Como siempre me ocurre con las novelas de esta autora, no podía dejar de leer. Por el misterio de la desaparición, para seguir conociendo facetas de la vida de Gonzalo, para seguir cotilleando en la vida de Juanma... un poco por todo porque, como antes comenté, para mí no es sólo una novela de misterio. Casi tienen más peso para mí las reflexiones de Gonzalo que el misterio de fondo.
Los personajes, dan ganas de adentrarse aún más en sus vidas cuando has terminado de leer. Y no sólo en la vida del protagonista, no. En la de Juanma, en la amistad de la panadera del pueblo con la chica desaparecida, en la del director del centro para sordociegos... Son personajes absolutamente consistentes, con fuerza y personalidad propia. La autora no pasa de refilón por ellos... nos los muestra con multitud de facetas. Me parece admirable de dónde sacará el tiempo esta mujer, con tres hijos, familia..., para engendrar a tales personajes, porque se tiene que "vivir " en el personaje para hacerlo creíble... y eso lleva un tiempo. Supongo que ella sí tiene un don.
El estilo es muy bueno, el libro está bien escrito, cosa que es de agradecer, y sencillo, ameno... Se ve la cultura y la profesionalidad de la autora, cosa que ya sabía al haber tenido la oportunidad de leer sus otros libros.
El final del libro... ¿por qué no? La vida no siempre va como queremos que vaya, y nosotros no hacemos siempre las cosas que "se deben hacer" en la vida. La gente no es o siempre "buena" o siempre "mala" y, por tanto, puede hacer, decir y sentir de modo correcto o equivocado. Además de que, lo correcto para unos puede ser equivocado para otros. Vamos, que después de este jaleo... no tenéis más remedio que leer el libro. Y decir que con este final, se admite una segunda parte, cosa que es buena.
De modo que como podéis suponer recomiendo esta novela que, además, se lee rápido, no hay más remedio.