
De los pocos libros que he podido leer últimamente, ya que desde que ha empezado el curso me he quedado sin tiempo: trabajo, clases particulares, traducción de libros, mi hija... y estoy que no paro.
Esta novela ha sido una lectura conjunta, de Carmen (y amigos), entre otros, y no podía dejarla.
Ambientado en la Irlanda medieval, año 997, casi fin del milenio con los miedos que eso conllevaba. Un monje, Brian de Liébana decide restaurar un antiguo monasterio benedictino allí, y ubicar en él una biblioteca con todo el saber que se hubiera podido salvar y al pudieran tener acceso. Pero hay otros grupos en contra de guardar dicho saber, y que lo quieren para sus oscuros planes... a la vez que existen allí en Irlanda aún los druidas, que siguen el saber popular y legendario. Mezcla de religiones y afanes ocultos, de moralidades y mitos, personajes muy bien delimitados y descritos.
Tengo que reconocer que me costó meterme en el argumento, que se me hacía pesada... y que si no hubiera sido porque era una lectura conjunta, a lo mejor la habría dejado sin terminar, lo que habría sido una pena, una vez terminada. Pero no acababa de ver a dónde se quería llegar....
El caso es que, poco a poco me fui metiendo en el argumento, y he de decir que la segunda mitad de la novela gana muchísimo, pues todo se va aclarando, y se deja ver aún más la profunda documentación que ha tenido que hacer el autor para situar una novela de intriga en la época comentada. Porque, aunque hay amor, como en casi toda novela, yo clasifico a ésta de novela histórica de intriga.
El lenguaje tiende a intentar imitar al de la época, pero sin ser cargante. Es decir, fácilmente comprensible en la actualidad, pero un poco arcaico, lo que ayuda a meterse en el lugar y tiempo adecuados.
Hay bastantes personajes bien definidos, no sólo los dos protagonistas, Brian y Dana, una mujer que ha vivido en la zona pasando penalidades, y a la que Brian rescata para tomarla bajo su tutela... y de la que se va enamorando, claro. Además destacan por su personalidad algunos monjes (Michel, entre ellos, el mayor de la comunidad, con un pasado a esclarecer), el rey Cormac, déspota y egoísta, el obispo Morann, a veces de parte del rey, a veces de parte de Brian. Y Vlad Radú, personaje cuya meta es destruir el monasterio, el saber que cobija, y a Brian de Liébana.
La novela es una lucha entre el bien y el mal, entre el saber y la defensa del conocimiento y las "horas oscuras", entre Brian y Vlad.
He echado en falta profundizar más en la historia y costumbres de los druidas, por ejemplo. Pero me ha gustado lo poco que se dice de los copistas de libros (poco para lo que me habría gustado), cosa que hacían los monjes al ser casi los únicos de la sociedad que sabían leer y escribir.
Resumiendo, es una novela bastante recomendable, pues se le puede perdonar la lentitud del principio, y las largas descripciones, a cambio del ritmo más ágil que le sucede. Y nos mete de lleno en las costumbres y tradiciones antiguas de una zona de Europa que alguno puede que no conozca en profundidad. Al que le gusten las novelas históricas y de intriga, se la recomiendo desde ya.