
Otra de las reseñas de esta lectura conjunta que organicé.
Me han encantado las reseñas ya hechas, y el libro ha gustado. Sigo
recomendándolo desde aquí. Sé que es en una época que echa para atrás a mucha
gente, pero entre que es muy bueno, la exhaustiva documentación, y que la
historia hay que conocerla para no repetirla… creo que es una obra que debería
estar entre nuestras lecturas.
El libro me llegó de la mano de ediciones Tagus, que me lo
ofrecieron para leerlo y reseñarlo. He de decir que tardé algo en ponerme con
él. Si llego a saber cómo era, me pongo mucho antes, jejeje. Tarde, pero
segura, lo leí… y me llenó.
Propuse la lectura conjunta porque no sólo el libro me
gustó, sino que lo veo imprescindible: atrapa, por supuesto, pero tiene mucha
miga y trata de una época que me apasiona y que el mundo debe conocer, cuanto
más profundamente mejor, para que nada ni siquiera parecido vuelva a ocurrir.
Vamos a la novela pues.
Sanatorio de Grafeneck |
Muchos fueron los horrores en la época de Hitler: los
asesinatos de mujeres y niños sólo por ser judíos, ancianos, demasiado jóvenes,
maduros pero débiles… daba lo mismo. Si no servían para el régimen, no tenían por
qué vivir. Los judíos, gitanos, homosexuales… nunca valían, no eran arios. Y
aún siendo alemanes, si eran “inservibles”, ¿para qué gastar dinero en ellos?
Aquí entraban los disminuídos, tanto físicos como psíquicos. A lo largo de su
vida el estado debía gastar cantidades ingentes de dinero en ellos y, ¿para
qué? De modo que con ellos idearon las cámaras de gas, que en un principio
fueron los camiones, a los que se cerraba herméticamente y se introducía en
ellos el gas del tubo de escape. Más tarde se perfeccionaron, dando lugar a las
cámaras de gas, donde dicho gas se introducía por los orificios de las duchas.
Esta obra se centra en una de estas clínicas y en uno de los
peones que Hitler y sus secuaces utilizaron para este fin. La clínica: el
sanatorio de Grafeneck. El hombre: Lorenz Hackenholt. El autor buscó a un
hombre real, del que al terminar la guerra no se supo nada, para poder utilizarlo en su novela.
Lorenz Hackenholt |
Por otra parte, el novio de Sandra Limonero, una joven
madrileña de la actualidad, ha sido asesinado hace relativamente poco en
condiciones raras, y Bernardo Soto es un escritor que ha perdido la inspiración
desde que su mujer ha muerto. Se conocen y se alían para descubrir qué hay
detrás de ese asesinato, poniéndose ellos mismos en peligro en el intento.
Todos los personajes de la novela están muy bien definidos,
siendo una de las cosas que más me gusta que, para definirlos, el autor no
utiliza excesivas descripciones, sino que les hace hablar, actuar, moverse Y en
base a ello vemos su interior. No es necesaria una descripción cuando hay una
buena imagen… y la imagen también puede escribirse.
Se alternan capítulos de una y otra trama, que al final se
unen en el asesinato del novio de Sandra… que sabía demasiado, al parecer. Y es
que, aunque nos parezca horrible, en la actualidad aún hay secuelas del
nazismo, aún hay neonazis, y hay grupos que siguen defendiendo aquellos
horribles ideales de la raza superior. Por eso el conocer la historia. Por eso
el intentar que no se repita, con novelas, con películas… y de todas las
maneras posibles. Todo esto no es sólo ficción. Acercándonos a internet podemos
ver foros donde personajes de esta calaña hablan y amenazan… Un pena, pero real
y peligrosa.
La documentación del autor ha sido excelente, en lugares,
situaciones y vida interior de los personajes, con los que te identificas y con
los que sientes o te horrorizas. Lorenz, el personaje que cada vez es más frío,
pues ha de obedecer a sus superiores y deja de plnatearse cuestiones morales
que al principio se planteaba. Sandra, vital, animosa… que anima tanto a seguir
con la investigación como a vivir a Bernardo, irónico, divertido, pero
sumergido en una pena que arrastra desde la muerte de su mujer, y que
necesitaba algo que le devolviera a la vida, lo que encuentra en Sandra y la
investigación.
Mantener con vida a este hombre cuesta 60.000 marcos | al año |
Con respecto a Lorenz, uno se termina por plantear qué
habría hecho él o ella en una situación así. ¿Obedecer? ¿Huir? ¿Intentar
desaparecer? Qué elección más difícil. Es fácil decir desde aquí y ahora que
huir y enfrentarse pero… si se tienen hijos, si peligra su vida… En fin, que
vemos la evolución posible de uno de los hombres destinados a aniquilar a otros
seres humanos para mejorar la raza aria. Sólo una posible evolución, pero hace
pensar, y mucho.
Lenguaje directo, claro pero elaborado, sencillo pero culto,
de ese lenguaje que él mismo atrapa. Estilo que anima al lector a seguir, al
alternar capítulos duros con otros irónicos, pero todos interesantes. Novela
que hay que seguir leyendo hasta terminarla.
Y con respecto al final, yo es que no veo muchos finales
posibles más… aunque parezca de peli. ¿Por qué no hacer una película con la novela?
Nada, nada, a ver si algún productor de cine nos lee, que merecerá la pena.
Enhorabuena, Jaime, por tu novela. Os la recomiendo
encarecidamente a todos.