Estrellas sobre Tauranga. Anne Laureen

 La novela la he leído debido a la lectura conjunta que organizó Laky. Y me ha resultado interesante.

Yo no puedo compararla con las novelas de Sarah Lark, porque no las he leído.
Para mí, el interés básico ha sido el principio de la liberación de la mujer, y el hecho de que la protagonista, Ricarda, sea médico, pues me gustan mucho los libros que tratan de medicina. Aunque, pese a lo que creí antes de leerlo, este de medicina trata poco, la verdad; supongo que la autora ha escogido esa carrera como podía haber elegido otra. El caso era mostrar como, a finales del siglo XIX, la mujer "no estaba hecha" para estudiar, y a la mujer que estudiaba, en los pocos países europeos que lo permitían, se la miraba como a un bicho raro. No eran verdaderas mujeres, vaya. Y la que, además de estudiar, se atrevía a trabajar, ya no digamos.

La acción comienza en Berlín. Un Berlín conservador, como toda Europa en esa época. La protagonista es la hija de una familia acomodada, cuyo padre de familia es médico. Y a él quiere parecerse su hija Ricarda. Su padre le permite estudiar la carrera en Suiza, considerándolo una extravagancia de la hija. Pero lo que ya no le consiente es trabajar de médico. ¿Qué iba a decir la sociedad? Hay que casarla con un chico de familia bien, y cuanto antes. Ya que ha estudiado, horror, al menos que consiga un marido.

Ricarda se entera de que en Nueva Zelanda las mujeres ya pueden votar, y piensa que está mucho más avanzado ese país que Alemania. Por lo que, escapándose de su casa, se marcha allí, a Tauranga. Pero va viendo que las cosas tampoco están tan avanzadas allí; al fin y al cabo, Tauranga era colonia de Inglaterra, e Inglaterra a finales del siglo XIX no es que fuera muy moderna. ¿Había mujeres que trabajaban? Sí, pero no como norma.

Y en su nuevo país descubre gente de todo tipo: rivales, como el médico que había antes de llegar ella, amigos, amigas y la cultura de los maoríes (de la que yo, reconozco, sabía muy poco o nada antes de leer este libro). Tendrá que luchar mucho para tener su consulta y conseguir ser respetada como médico, pero tendrá apoyos. La novela explica las luchas que tiene que superar, las dificultades, y lo que encuentra a cambio ene ese país que ella pasará a considerar su patria. Además, nos hace ver cómo los colonizadores fueron, poco a poco, echando a los indígenas de su propia tierra, arrinconándoles y haciéndoles aceptar y adaptarse a sus costumbres. Y en ocasiones esas costumbres eran incluso mejores que las de los europeos.

Merece la pena leerla sobre todo por el ambiente, en el que uno se ve envuelto. La ciudad, los caracteres personales, la época, todo está muy bien descrito y se lee con facilidad, sin grandes párrafos descritivos. Los personajes están muy bien logrados, fáciles de imaginar y de sentirte identificado con ellos, o bien odiarlos. Sólo me parece algo "sosa", sin personalidad, cuando podía haberla tenido más marcada, la madre de Ricarda. Apenas influye en su hija, cosa extraña an la época, estando las chicas casi siempre en casa, con las madres.

Lo que menos me ha acabado de convencer ha sido justamente lo básico y primero de la novela: ¿Cómo una chica recién salida de sus estudios, en un país y época de lo más conservador, que ha visto las dificultades de la mujer al estudiar una carrrera, a la que han mirado como a un bicho raro.... es capaz de huir, ya no sólo de la casa de sus padres sino de su país, e irse sola tan lejos, sin saber lo que se va a encontrar? No digo que no pueda haber sucedido, pero me resulta francamente irreal. Por otro lado, es lo que da a la novela su gran interés. Ricarda empieza absolutamente sola su gran aventura, y descubre en ella un carácter propio que en Berlín en casa de sus padres no podía mostrar.

En resumen, es una novela ágil y rápida, no decae y mantiene el interés del lector. Pero es todo muy previsible, al menos para mí. Supongo que la acción y las vidas de los personajes no han sido lo primero para la autora, sino la ambientación, la historia de Europa y Nueva Zelanda, los maoríes, la liberación de la mujer. Eso es lo mejor de la obra, desde mi punto de vista. La acción no; es como si desde el primer momento se supiera qué iba a pasar: los "buenos", los "malos"...

Esos pocos "peros" no hacen que no recomiende la lectura. Es, como he dicho, fácil y rápida, engancha y entretiene, además de instruir en muchos temas que se ve que han sido ampliamente estudiados por la autora.

Para leer el resto de reseñas de la lectura conjunta, aquí tenéis la lista, en el blog de Laky.